Sabía usted que…

… en el antiguo Egipto los tallistas de piedra conformaban agrupamientos en una caja de inhumación para otorgar subsidios a las familias de quienes fallecieran. Ese importe surgía del aporte de quienes sobrevivían.

… en el Talmud de Babilonia (425 – 356 AC), libro de leyes y tradiciones judías, se hacía referencia a la compensación que tenían los camelleros reunidos en caravana, ante la pérdida de un animal. El resarcimiento salía de una masa común, con la entrega de otro camello, evitando el pago en dinero que podría generar especulaciones o desidia de quien estaba al cuidado de ese animal.

… el primer contrato de seguro marítimo fue celebrado en Génova en el año 1347, aunque se dice que en la ciudad de Florencia se conservan los libros de un comerciante que, a partir de 1319, menciona entre sus gastos los costos de un seguro de transporte marítimo.

… el Lloyd’s de Londres (la corporación inglesa de aseguradores individuales de mayor prestigio en el mundo) fue creada en el año 1668 en un café de propiedad del Sr. Edward Lloyd al que concurrían comerciantes y marinos vinculados al transporte de carga.

… en la edad media, existía el denominado «préstamo a la gruesa» consistente en un préstamo a interés sobre el buque o la carga. En caso de pérdida de la carga quien había solicitado el préstamo no debía devolverlo, pero si la carga llegaba bien a destino, debía devolver el préstamo más un interés convenido. Ver texto en «Documentos Históricos».

… la ley rodiana de la echazón disponía que los dueños de mercaderías arrojadas al mar ante una situación de peligro debían ser resarcidos por quienes, dada esa actitud, salvaron la propia, incluyendo además al dueño o armador de la nave. Ese principio aún hoy se sigue aplicando bajo la institución de la avería gruesa.

… la primera compañía de seguros de incendio nace en Alemania en el año 1591, con el nombre de «Contrato de Fuego», transformándose posteriormente en «Caja de Incendio de la Ciudad de Hamburgo».

… el desarrollo del seguro de incendio se aprecia en la ciudad de Londres, tras el incendio de la misma ocurrido en el año 1666, devastando 13.200 casas, 89 iglesias y dejando sin vivienda a más de 200.000 personas.

… la primera compañía de seguros de incendio nace precisamente en Londres en 1667 (un año después del incendio de la ciudad) y constituyó un cuerpo de bomberos especializados, conocido como «Fire brigade», sentando las bases para la creación de los futuros cuerpos de bomberos.

… la constancia más antigua de lo que podría denominarse «seguro de vida» data del año 1401, en la ciudad de Pisa, sobre la vida de una esclava tártara en viaje en buque hasta Barcelona, considerándosela, como lamentablemente se entendía en esa época, como el valor y el interés de una mercancía.

… en 1583 aparece el que suele considerarse como el contrato de seguro sobre la vida de una persona más antiguo, amparando a una persona de nombre William Gybbons por el término de doce meses, a través de 16 aseguradores individuales. El contrato finalizaba el 18 de junio de 1584, habiendo fallecido el asegurado el 29 de mayo de ese año, es decir pocos días antes del vencimiento. Según los antecedentes del caso los aseguradores se negaron a pagar aduciendo que se trataba de meses lunares y no solares (calendario juliano o gregoriano, con doce días de diferencia). No obstante, los tribunales ingleses obligaron a pagar la suma asegurada. Ver texto del contrato en «Antecedentes Históricos».

… la primera tabla de mortalidad había sido calculada en el año 1693 por el astrónomo y matemático Edmund Halley, más conocido como descubridor del cometa que lleva su nombre.

… en 1786, Ventura Miguel Marcó del Pont, comerciante y consignatario español radicado en nuestras tierras mencionaba en un volante el establecimiento de una casa de seguros como delegación de la Real Compañía de Seguros Terrestres y Marítimos, con sede en Madrid.

… en 1796 se constituye la primera compañía de seguros denominada «La Confianza», con una duración prevista de cinco años, al final de la cual dejó de operar.

… en la época del Triunvirato (en 1812) una de las primeras medidas de Manuel Belgrano fue la de convocar a una junta de capitales nacionales y extranjeros par la creación de una Compañía de Seguros Marítimos.

… el 21 se octubre de 1812, con las firmas de Chiclana, Sarratea y Paso y refrendados por Bernardino Rivadavia como secretario, el Triunvirato oficia al Consulado la propuesta de creación de una Compañía de Seguros.

… por ese motivo se designa y se celebra el 21 de octubre como el día del seguro.

… la primera compañía nacional se creó en 1860 y llevó como nombre Compañía Argentina de Seguros Marítimos.

… el término «seguro» proviene del latín «securus» y equivale a «libre y exento de todo peligro».

… el término «póliza» proviene del latín «polliceor» que significa promesa o compromiso y era el vocablo con que empezaba el documento que emitía el asegurador asumiendo ese compromiso con su asegurado.

… el plazo de tres días para denunciar un siniestro se cuenta desde el momento en que el asegurado participó del acontecimiento o desde que tomó conocimiento del mismo.

… la póliza de automotores ampara la situación de «culpa grave» cuando el hecho es cometido por un dependiente del asegurado con relación de dependencia y con motivo o en ocasión del trabajo. Origen de algunos términos:

… «abecedario» está formado por las tres primeras del latín (a, be, ce), del mismo modo que «alfabeto» tomó las dos primeras letras del griego (alfa y beta).

… «agosto» con lo cual distinguimos al octavo mes del año, debe su nombre al emperador Octavio Augusto (63 AC 14 DC).

… la expresión estar en babia (sinónimo de distraído) proviene de una comarca cerca de León (España) utilizada por los príncipes para cazar y entretenerse, desatendiendo los asuntos importantes del reino.

… «barrabasada» (sinónimo de maldad o fechoría) proviene del nombre propio Bar Arrabás (conocido en España como Barrabás), asesino que fue indultado en el conocido proceso contra Jesús de Nazaret.

… «capicúa» proviene de una voz catalana y significa literalmente «cabeza» y «cola».

… «cura» (sacerdote, clérigo) proviene del latín, significando cuidado, solicitud, vigilancia, aplicándose al que cura las almas.

… «dantesco» (suceso trágico) proviene de Dante Alighieri, poeta italiano, autor de la Divina Comedia, en el que narra un viaje a través del infierno, el purgatorio y el paraíso.

… «desayuno» significa no ayunar, esto es saltarse el precepto cristiano de no comer (ayuno).

… «diciembre», último mes del año, deriva de diez que era el que correspondía al último mes del antiguo calendario romano, habiéndose agregado posteriormente los de julio y agosto, en honor a Julio César y a César Augusto.

… «diputado» proviene del latín «disputare», significando disputar, examinar o discutir alguna cosa.

… «domingo» proviene del latín «dominus» (día del Señor) y se refiere al tercer día (resurrección) después de la muerte del viernes santo.

… «itinerario» proviene del latín «itineris» que significa camino y era el papel o guía con instrucciones que llevaba quien no conocía ese camino para no perderse.

… «jubilar», está ligado a «júbilo» (lanzar gritos de alegría).

… «persona» proviene del latín «per sonare» y hacía referencia a las máscaras que se utilizaban en el teatro para representar el drama o la comedia Esas máscaras tenían en su interior unas barras metálicas para que «sonara» mejor la voz.

… «siniestro» (muy aplicado en cuestiones del seguro) proviene de sinistra, adjetivo con el que se designaba el lado izquierdo (lo contrario de diestro: derecho. La superstición lo emparentaba con todo lo tortuoso, oscuro, terrible y malvado.

Fuente de origen de los términos: Origen de las palabras estrafalarias. José Calles Vales. Editorial LIBSA (España).